9. Anaxímenes

“El mundo es como un gigantesco animal que respira”.

Anaxímenes en Las Crónicas de Núremberg, de Hartmann Schedel (1493)

 

Anaxímenes era más joven que Anaximandro y fue, tal vez, su discípulo. Su florecimiento se sitúa aproximadamente hacia el año 546 antes de Cristo. Según la tradición, reconoció como principio de todas las cosas una materia determinada: el aire.

 
Diógenes Laercio, Vidas y opiniones de los filósofos ilustres, traducciones por Luis-Andrés Bredlow, Editorial Lucina, Zamora, 2010, Libro II, Anaxímenes, p. 71.

Diógenes Laercio, Vidas y opiniones de los filósofos ilustres, traducciones por Luis-Andrés Bredlow, Editorial Lucina, Zamora, 2010, Libro II, Anaxímenes, p. 71.

Aristóteles, Metafísica, traducción de Tomás Calvo, Gredos, Madrid, 2003, Libro I, 984a, p. 82.

Aristóteles, Metafísica, traducción de Tomás Calvo, Gredos, Madrid, 2003, Libro I, 984a, p. 82.

 

Anáximenes ve en el aire nuestra propia alma y la fuerza que anima el mundo: el mundo es algo así como un gigantesco animal que respira, y en el que su aliento es su vida y su alma.

Los filósofos presocráticos, traducciones por Conrado Eggers y Victoria E. Juliá, Editorial Gredos, Madrid, 1981, p. 136.

Los filósofos presocráticos, traducciones por Conrado Eggers y Victoria E. Juliá, Editorial Gredos, Madrid, 1981, p. 136.

Hermann Diels, Die Fragmente der Vorsokratiker, Weidmannsche Buchhandlung, Berlin, 1903 (esta edición: 1912) (Kap. 3: Anaximenes, B 2, p. 26).

Hermann Diels, Die Fragmente der Vorsokratiker, Weidmannsche Buchhandlung, Berlin, 1903 (esta edición: 1912) (Kap. 3: Anaximenes, B 2, p. 26).

Del aire nace todo lo que hay, lo que fue y lo que será: también los dioses y todo lo divino.

Los filósofos presocráticos, traducciones por Conrado Eggers y Victoria E. Juliá, Editorial Gredos, Madrid, 1981, p. 132.

Los filósofos presocráticos, traducciones por Conrado Eggers y Victoria E. Juliá, Editorial Gredos, Madrid, 1981, p. 132.

El aire, principio del movimiento y de los cambios, va determinando la transformación de todo lo que hay mediante un doble proceso de rarefacción y condensación: si el aire se enrarece, se vuelve fuego; pero si se condensa, se vuelve viento, nube, agua, tierra y, por último, piedra.

El propio calor y el frío se explican del mismo modo: la condensación produce frío y la rarefacción produce calor.

Los filósofos presocráticos, traducciones por Conrado Eggers y Victoria E. Juliá, Editorial Gredos, Madrid, 1981, p. 134.

Los filósofos presocráticos, traducciones por Conrado Eggers y Victoria E. Juliá, Editorial Gredos, Madrid, 1981, p. 134.

Girolamo Olgiati, Illustrium philosophorum et sapientum effigies ab eorum numistatibus extractae, 1580.

Girolamo Olgiati, Illustrium philosophorum et sapientum effigies ab eorum numistatibus extractae, 1580.

 

Anaxímenes de Mileto.

Vamos a continuar por fin con nuestros vídeos de #leyendohistoriadelafilosofía 🇯🇵, aunque esta vez los vamos a grabar desde Japón. Le toca el turno a #Anaxímenes de Mileto.

 
 

 

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