7. Tales
Contemporáneo de Solón y de Creso es Tales, el primero de los φυσικόι o ‘filósofos de la naturaleza’.
Tales en Las Crónicas de Núremberg, de Hartmann Schedel (1493)
Hacia el año 585 a. C. se sitúa el acmé (del griego άκμή) -su florecimiento- de Tales de Mileto: político, astrónomo, matemático, físico… y filósofo.
El historiador griego Heródoto de Halicarnaso (en griego Ἡρόδοτος Ἁλικαρνᾱσσεύς [Hēródotos Halikarnāsseús], 484 y el 425 a. C.), considerado como el padre de la Historia en el mundo occidental, relata cómo Tales de Mileto impulsó a los griegos de Jonia a unirse en un estado federal con capital en Teos, ante la invasión de Jonia por Ciro II (hijo de Cambises).
Herótodo, Historia, Libro I (Clío), traducción de Carlos Schrader, Editorial Gredos, Madrid, 1992, Libro I, 170 (p. 229)
Se dice que predijo un eclipse solar (con probabilidad el 28 de mayo del 585 a. C). Heródoto cuenta que el eclipse predicho por Tales ocurrió en medio de una batalla entre medos y lidios, y que, cuando de repente el día se convirtió en noche, ambas partes decidieron detener la lucha y negociar un acuerdo de paz.
Herótodo, Historia, Libro I (Clío), traducción de Carlos Schrader, Editorial Gredos, Madrid, 1992, Libro I, 74 (p. 148)
En tanto que matemático estableció varios teoremas de geometría y, en tanto que físico, descubrió las propiedades del imán.
Los filósofos presocráticos, traducciones por Conrado Eggers y Victoria E. Juliá, Editorial Gredos, Madrid, 1981, p. 74.
Gerrit van Honthorst, Creso y Solón (1624)
Creso (en griego Κροῖσος, Kroisos), último rey de Lidia (entre el 560 y el 546 a. C.)
Una anécdota que nos cuenta Platón nos describe a Tales como un sabio distraído, más preocupado por sus investigaciones que por su propia seguridad: observando el cielo, se cayó a un pozo, lo cual provocó la risa de una sirvienta tracia.
Platón, Teeteto (174a), traducción de A. Vallejo Campos, en Diálogos V, Editorial Gredos, Madrid, 1998, pp. 240-241.
Aristóteles, por su parte, nos hace llegar una anécdota según la cual Tales destacaba por su gran habilidad en los negocios: pudo prever una abundante cosecha de aceitunas gracias a sus conocimientos por lo que, ocultando esta predicción a sus conciudadanos, arrendó todos los molinos de la comarca para, después, subarrendarlos de nuevo a un precio mucho más alto a sus mismos propietarios. De esta manera, pudo demostrar que se dedicaba a la filosofía y no a cosas “útiles” porque había descubierto algo mucho más importante que la mera utilidad.
Así lo cuenta Aristóteles en su Política:
Aristóteles, Política, Libro I, “Diferentes ramas de la crematística. El monopolio”, 1259a 9-10; introducción, traducción y notas de Manuela García Valdés, Editorial Gredos, Madrid, 1999, p. 77
También Aristóteles nos informa en su Metafísica de la doctrina fundamental de Tales pues, al parecer, este filósofo no nos ha dejado escritos: “Tales afirma que el principio es el agua”.
Aristóteles, Metafísica, traducción de Tomás Calvo Martínez, Editorial Gredos, Madrid, 1994, 983b 20, p. 81
“Todo está lleno de dioses”
Aristóteles, Acerca del alma, Libro I, Capítulo Quinto, 411a 5-10, introducción, traducción y notas de Tomás Calvo Martínez, Editorial Gredos, Madrid, 1999, p. 163
Tales pensaba que unida al agua había una fuerza que transforma, da vida y actividad a todo. Tal vez sea ese el significado de la afirmación que se le atribuye: “todo está lleno de dioses”.
